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viernes, 5 de julio de 2013

2do Capítulo: El primer sueño

Todo  comenzó una noche de Mayo, el reloj marcaba las 3:15, hacía mucho calor y no podía volverme a dormir, la idea de levantarme a por un vaso de agua se cruzaba por mi mente pero no me apetecía desvelarme del todo yendo  a la cocina... finalmente y tras varios esfuerzos inútiles por volver a dormirme me levanté para refrescarme, acudí primero al lavabo para aprovechar el viaje, tenía la espalda chorreando de sudor y me sequé con una toalla que había colgada en la mampara de la ducha, caminé dirección a la cocina y abrí la nevera, sonreí al ver que todavía quedaba agua fresca en la botella, saqué un vaso del lavavajillas y lo llené hasta la mitad, el resto lo completé con agua natural para que me fuera más fácil beber de un solo trago, recuerdo perfectamente el agua fresca bajando por mi garganta, deje el vaso encima de la bancada y me dirigí a mi habitación.

Mientras me acercaba al pasillo escuché un ruido en la habitación de los niños, estaba justo enfrente de la nuestra en medio de éste, caminé hacia allí y  la luz estaba encendida, vi a mi mujer de espaldas frente a la cama de los niños, inmóvil y tuve la sensación de que los estaba intentando proteger de algo, una sensación de peligro invadió todo mi cuerpo, busqué a mi alrededor esperando encontrar el causante de tal sensación, al fondo estaba el comedor ligeramente iluminado por las farolas de nuestra calle, advertí que algo se estaba moviendo y no me cuadraba dentro de lo que me parecía normal.
Distinguí una horrible sombra deslizándose lentamente por la pared del comedor, portaba una capa negra y roída que ondulaba desde el suelo hasta el techo a sus anchas, un escalofrío invadió todo mi ser, me quedé durante unos instantes petrificado sin saber qué hacer, sabía que tenía que proteger a mi familia de aquello... pero a que me enfrentaba.

Por mi mente se paseó la idea de que ese horrible ser podría ser la muerte que venía a por alguno de nosotros pero si estaba en mi mano yo no lo iba a permitir. Mi cuerpo reaccionó corriendo hacia la sombra, me sentía valiente y capaz de luchar contra aquello, después de todo lo que había pasado en mi vida le haría ver que llevarse mi vida era mucho más importante que la de cualquiera de mi familia, una familia que tanto me había costado conseguir.

Quizás solo estuviera de paso ya que mientras me acercaba me di cuenta que no se había percatado de nosotros pero no podía arriesgarme a que se quisiera llevar a otro que no fuera yo. Le grité avisando de que iba hacia ella, fue un intento desesperado de llamar su atención y quien sabe quizás de asustarla, rápidamente se giró y se paró un instante frente a mi mostrando su cara, era horrible y aunque todo ocurrió un instante recuerdo esos ojos vacios que no decían nada, yo no podía apartar la vista y tampoco podía dejar de correr hacia ella... Noté un chillido estruendoso en mi ser mientras la atravesaba con mi cuerpo. Fue el sonido más desagradable que he escuchado en mi vida, tan desagradable que ahí terminó todo.

Desperté sobresaltado en la cama, eran las 3:17 estaba chorreando sudor y temblando, me faltaba el aliento y no era capaz de asimilar lo que acababa de vivir...me giré para comprobar que todo estaba bien y vi a mi mujer durmiendo plácidamente a mi lado, me levante de un salto y me asomé por la puerta, mis niños estaban durmiendo tranquilamente, ¿había sido solo un sueño horrible? ¿pero, parecía tan real?. Me tumbé y abracé a mi mujer, no quería volver a dormirme por si esta vez no me despertaba o por si se repetía el mismo sueño, la necesitaba para que me tranquilizara pero tampoco quería asustarla, mil ideas cruzaron por mi mente, recordé cuando me asustaba de pequeño como me tranquilizaba pensando en otra cosa y me olvidaba de todo lo malo que me ocurría, me convencí a mi mismo de que  podía manejar la situación yo sólo, al fin y al cabo no había pasado nada y todo había quedado en un susto y mucha gente tenemos pesadillas, eso si os aseguro que no tenía ningunas ganas de que aquello volviera a ocurrir.

Finalmente encontré un recuerdo que me ayudaba bastante cuando era un adolescente, un paseo por las montañas en un día soleado, un río... una chica preciosa acompañándome... conseguí dormirme otra vez.

Sonó el despertador a las 6:25 como cada mañana, una brisa fresca entraba por la ventana y no quería levantarme todavía, me apetecía echarme la sábana por encima para seguir durmiendo, cerré los ojos de nuevo y esa horrible pesadilla pasó por mi cabeza, los abrí de golpe sin sueño, quería analizarla para ver como la recordaba ya que se van olvidando detalles con el paso del tiempo, la recordaba a la perfección sin olvidar el más mínimo detalle, me pregunté a mi mismo como podía ser que hubiera soñado algo así y que significado tendría. Me levanté para ducharme como siempre, quizás si lo comentaba con algún compañero de trabajo lograría entender algo de lo ocurrido. Cogí mi uniforme del armario, me vestí y marche hacia el trabajo rápidamente deseando llegar para poder explicar al máximo detalle lo vivido la noche anterior. No había mucho tráfico pero era agradable cruzarse con más gente y sentirse un poco arropado, por mi mente discurría la extraña idea de que si aparecía la extraña sombra de nuevo, todo el mundo la vería... 

Quizás solo estuviera de paso ya que mientras me acercaba me di cuenta que no se había percatado de nosotros pero no podía arriesgarme a que se quisiera llevar a otro que no fuera yo. Le grité avisando de que iba hacia ella, fue un intento desesperado de llamar su atención y quien sabe quizás de asustarla, rápidamente se giró y se paró un instante frente a mi mostrando su cara, era horrible y aunque todo ocurrió un instante recuerdo esos ojos vacios que no decían nada, yo no podía apartar la vista y tampoco podía dejar de correr hacia ella... Noté un chillido estruendoso en mi ser mientras la atravesaba con mi cuerpo. Fue el sonido más desagradable que he escuchado en mi vida, tan desagradable que ahí terminó todo.

Desperté sobresaltado en la cama, eran las 3:17 estaba chorreando sudor y temblando, me faltaba el aliento y no era capaz de asimilar lo que acababa de vivir...me giré para comprobar que todo estaba bien y vi a mi mujer durmiendo plácidamente a mi lado, me levante de un salto y me asomé por la puerta, mis niños estaban durmiendo tranquilamente, ¿había sido solo un sueño horrible? ¿pero, parecía tan real?. Me tumbé y abracé a mi mujer, no quería volver a dormirme por si esta vez no me despertaba o por si se repetía el mismo sueño, la necesitaba para que me tranquilizara pero tampoco quería asustarla, mil ideas cruzaron por mi mente, recordé cuando me asustaba de pequeño como me tranquilizaba pensando en otra cosa y me olvidaba de todo lo malo que me ocurría, me convencí a mi mismo de que  podía manejar la situación yo sólo, al fin y al cabo no había pasado nada y todo había quedado en un susto y mucha gente tenemos pesadillas, eso si os aseguro que no tenía ningunas ganas de que aquello volviera a ocurrir.

Finalmente encontré un recuerdo que me ayudaba bastante cuando era un adolescente, un paseo por las montañas en un día soleado, un río... una chica preciosa acompañándome... conseguí dormirme otra vez.

Sonó el despertador a las 6:25 como cada mañana, una brisa fresca entraba por la ventana y no quería levantarme todavía, me apetecía echarme la sábana por encima para seguir durmiendo, cerré los ojos de nuevo y esa horrible pesadilla pasó por mi cabeza, los abrí de golpe sin sueño, quería analizarla para ver como la recordaba ya que se van olvidando detalles con el paso del tiempo, la recordaba a la perfección sin olvidar el más mínimo detalle, me pregunté a mi mismo como podía ser que hubiera soñado algo así y que significado tendría. Me levanté para ducharme como siempre, quizás si lo comentaba con algún compañero de trabajo lograría entender algo de lo ocurrido. Cogí mi uniforme del armario, me vestí y marche hacia el trabajo rápidamente deseando llegar para poder explicar al máximo detalle lo vivido la noche anterior. No había mucho tráfico pero era agradable cruzarse con más gente y sentirse un poco arropado, por mi mente discurría la extraña idea de que si aparecía la extraña sombra de nuevo, todo el mundo la vería...

Aquella mañana me tocaba turno con Pablo, era un muchacho alto y desgarbado, le encantaba relacionarse con la gente y tenía el don de hacer sentir bien a las personas, eso realmente me hacía falta en aquel momento, sabía escuchar bastante bien y además tenía un tono de voz bastante tranquilizador, cuando lo conocí no conectamos mucho pero con el paso del tiempo se había convertido en uno de mis mejores amigos. De él aprendí muchas cosas y también lo admiraba bastante...

Cuando llegué estaba en la sala de descanso preparando el café previo, con cara de sueño pero también con una sonrisa de ánimo que te hacía tener ganas de ponerte manos a la obra. Nuestra sala de descanso era bastante amplia y cómoda, la iluminación era un poco fría pero entraba dentro del contraste de toda la tienda, obviamente no era el lugar más íntimo pero aquella mañana solo habíamos madrugado nosotros dos y el vigilante de seguridad.

Me miró con cara de sorpresa ya que mis ojeras me delataban y no tenía la misma actitud positiva que de costumbre. Él se adelantó a la conversación

¿ Has dormido mal no ? -preguntó y acto seguido colocó su mano en mi hombro con gesto de complicidad

Ha sido peor que eso... -dije con voz temblorosa  mientras asentía con la cabeza

 Le pedí que nos sentáramos para poder explicarle al detalle lo ocurrido, aún faltaban 13 minutos para la hora de fichar y necesitaba desahogarme con él lo antes posible... Comencé a contarle mi horrible sueño detalle a detalle, cómo si se tratase de una película de terror, le describí cada acción al detalle, cada sensación, cada sentimiento, cada movimiento... Los gestos de su cara me decían  que se estaba intentando colocar en mi piel para poder ayudarme y compartir mi sufrimiento... Terminé de contarle lo ocurrido y se hicieron unos instantes de silencio, supuse que era difícil para él ayudarme ya que no lo había vivido en primera persona. Tras la breve pausa respondió.

 Bueno, Frank... la verdad que no puedo ayudarte, solo tranquilizarte, los sueños ¿ son sueños no?, es producto de nuestra imaginación y en ocasiones nos juega malas pasadas. Creo que no deberías darle más importancia que la que tuvo en su momento. Comencemos el trabajo y olvídalo,  lo importante es que estás aquí y te encuentras bien y seguro que tu familia está perfectamente. No obstante si necesitas hablar más del tema o que te ayude a buscar para que te quedes más tranquilo cuenta con ello.

Acto seguido fichamos y bajamos a nuestro puesto de trabajo, me sentía como un estúpido, pues llevaba toda la razón del mundo ya que me había comportado como un paranoico, su respuesta era bastante convincente y solo había sido un corto sueño que me había hecho pasar un mal rato, decidí no contárselo a nadie más y dejarlo estar por el momento, quizás cuando llegara a casa podría consultarlo directamente por internet si todavía seguía preocupado. 
El día discurrió con normalidad en el entorno laboral, hice un par de ventas buenas y no dejé que mi estado de ánimo afectara a mis clientes. Se hicieron las 15:00 y marché hacia casa cansado y con ganas de comer algo...

Cuando llegué no había nadie como siempre, mis hijos todavía estaban en el colegio y mi mujer trabajando. No me apetecía mucho estar solo y tampoco cocinar en exceso porque luego tendría que limpiarlo todo así que me preparé un bocadillo de pechuga de pavo con mayonesa, un vaso con hielo y limón para refrescarme, un trapo por si me manchaba y por supuesto de postre un flan con nata.
Me senté frente al ordenador y abrí un buscador de internet, dudé sobre como plantear el tema, comencé por escribir las palabras sueños con la muerte...  Aparecieron muchos  resultados, cliqué en el primero y sorprendentemente me re direccionó hacia una página de videntes, salí inmediatamente y probé en el segundo, lo mismo, tercero igual, cuarto pornografía....


Después de investigar durante un par de horas y de abrir más de 30 enlaces me di cuenta que no iba a sacar nada en claro del ordenador. Se me ocurrió entonces acercarme a la biblioteca local por si había algo que pudiera ser más valioso. Hacía años que no me acercaba por allí pero esperaba tener todavía mi carnet de socio juvenil, aunque... ya no era muy juvenil, en cualquier caso me haría un nuevo carnet si encontraba algo.

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