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martes, 31 de diciembre de 2013

11vo Capítulo: Al otro lado de la puerta

Sentada en una piedra mirando las estrellas reconocí su figura, una sonrisa se dibujo en mi rostro y las lagrimas rozaron mis mejillas, me quede quieto observándola, ella todavía no había notado mi presencia pues se encontraba de espaldas frente a mí. llevaba un precioso vestido blanco estampado con flores y su larga melena descansaba en sus hombros, estaba tan concentrada en sus pensamientos que comencé a acercarme sigiloso para darle un sorpresa, me quedé tras su espalda y tapé sus ojos,  ella reaccionó tranquila acariciando mis manos y emitiendo una risa infantil como si de un juego conocido se tratase.

Sabía que vendrías esta noche -comenzó a decir Canah - ¿ Conseguiste descifrar el mensaje?

Me quedé un poco descolocado sin saber que contestar, no entendía muy bien a lo que se refería.

¡Fraaaaank! -dijo ya en voz alta mientras se ponía en pié - ¿ Lo leíste?

Frente a mí la cara de una niña de unos 11 años mirándome fijamente con ojos tiernos esperando una respuesta como si de una declaración de amor se tratase. Si bien es cierto que en parte se parecía a Canah, no era la misma chica con la que había estado pasando mi tiempo en Nibel.

¿ Quién eres niña? - pregunté directamente, esperando la peor respuesta posible

¿Niña? -dijo adoptando una actitud chulesca- solo soy un año más joven que tú- dicho esto sacó la lengua a modo de burla

Me di cuenta entonces de que a pesar de haber cruzado la puerta yo seguía siendo un niño, e incluso llevaba puesta la misma ropa. Deduje que había conseguido cruzar a aquel mundo pero seguía atrapado en la misma pesadilla. Inmediatamente la abracé en busca de consuelo...

¿Eres tú, verdad Canah? -pregunté entre lagrimas

¡Claro que sí, tontorrón! -contestó devolviéndome el abrazo- ¿Has vuelto a tener un mal día con tus padres verdad?

Por un instante, pensé en decirle la verdad pero aparté la idea de mi cabeza pues seguramente habría pensado que estaba loco o peor aún que le estaba gastando una broma.

Solo es que tenía ganas de volver a verte y necesitaba un abrazo -contesté

¿Significa esto que has leído el mensaje que te dejé? -dijo ilusionada esperando mi respuesta

Nos miramos unos segundos fijamente, en silencio asentí con una sonrisa y ella sin esperarlo me dio su primer beso, noté un fresco sabor a fresas y su particular olor a flores silvestres. Sin duda era ella...

¿podemos quedarnos así para siempre? - preguntó mientras apoyaba su cabeza en mi hombro

Ojalá fuera tan fácil -me apresuré a contestar

Bueno, tendremos que construir nuestro castillo -continuó diciendo- ¿cuántos hijos tendremos?

Decidí dejarla fantasear mientras pensaba en la manera de resolver esta situación, en cierto modo no sabía cuál sería la decisión más acertada,  ¿me quedaba en Nibel en busca de respuestas junto a una Canah que no era la que yo esperaba? ¿ volvía a mi cuarto siendo un niño pequeño y desandaba lo andado?

¿Frank? No me estás haciendo ningún caso -soltó Canah de repente

Perdona -me apresuré a contestar- me estaba imaginando lo bonito que sería estar siempre juntos.

Ohhhh, solo por eso te mereces otro besito -dijo abalanzándose sobre mi

Por cierto -le corté - ¿no deberíamos ir a un lugar más seguro?

Que pasa Frank -contestó con sonrisa picarona-  ¿ ahora me tienes miedo?

A ti no -dije muy serio- a las sombras

¿ Sombras? -comenzó a reírse burlándose de mí- Acompáñame, iremos a mi casa no te vaya a pillar una sombra.


¿Lo decía en serio? O se estaba burlando de mi simplemente, a decir verdad no tenía datos de cuánto tiempo llevaban las sombras atormentando el reino. Lo mejor sería hablar con un adulto, en este caso su padre y preguntarle acerca de la situación actual. Quizás si destruía el problema desde la raíz todo volvía a la normalidad y podría cambiar el curso de la historia. Me levanté y acompañé a Canah cogí su mano fuertemente y sonreí, ella me miró fijamente, devolvió el apretón y.... la sonrisa

Llegamos por un camino a la granja, era de noche pero la luz de las ventanas dejaba ver la silueta de la casa, Canah se acercó y giró levemente el picaporte para abrir la vieja puerta de madera, emitió un chirrido y se abrió. En el salón había organizada una pequeña cena donde estaba toda la familia sentada, se quedaron en silencio unos segundos al vernos entrar juntos, me quedé petrificado esperando una invitación por parte de ellos.
Di una rápida mirada a la mesa, era de roble natural tenía forma rectangular aproximadamente unos dos metros y medio de largo por un metro de ancho, tenían puesto un mantel de tela con cuadros azules y blancos y una copiosa cena basada en verduras del huerto y conejos de la granja lo cubría.
Comencé a visualizar cada uno de los comensales de la mesa empezando por la derecha del había un chico joven y delgado con barbita y pelo corto de unos 20 años , le caracterizaba una ropa muy elegante y un lazo en el cuello a modo de pajarita, tenía un rostro muy simpático y agradable, a su derecha se sentaba una chica aproximadamente de su edad, tenia pelo cortado a melenita y era bastante guapa. Continuando el orden el siguiente era el padre por descarte, tenía poco pelo en su cabeza, la piel blanca como la nieve y unas mejillas sonrojadas que le caracterizaban, frente a él la madre de Canah, me recordó mucho a ella de mayor.
Debes de ser Frank -dijo su padre poniéndose en pie- Canah me ha hablado mucho de ti. Por favor comparte la mesa con nosotros
Me senté en una de las sillas vacías que había en la mesa y Canah a mi lado. Nos miramos un instante, su pelo tapaba uno de sus ojos dejando solo el otro a la vista, con mi mano le aparté ese mechón de pelo para poder ver su bonito rostro al completo y volvió a sonreír. me di cuenta entonces que estaba enamorado de ella, esas pequeñas cosas a las que no les damos importancia son las que hacen fluir la magia.
Bueno te presento -dijo Canah ruborizada- él es mi hermano Yino, ella mi hermana Aliuz mi padre y mi madre -fue señalando a cada uno de los presentes mientras decía sus nombres
Bueno y exactamente que intenciones tienes con mi hermana -comentó Aliuz de forma un poco impertinente- por que sois dos críos aún.
Deja ya de meterte con ella envidiosa - se apresuró a decir Yinno - Que tú no encuentres novio no significa que los demás sean igual
Nos reímos todos en la mesa, al parecer se llevaban como el perro y el gato y gracias a esto la velada fue bastante entretenida, me sentí muy acogido y fui testigo de lo que es una verdadera familia.
Cuando terminamos la cena todavía no había comentado nada del tema de las sombras, no debía olvidar que el propósito de acceder a ir a su casa era conseguir información para poder afrontar la situación que estaba viviendo actualmente.
¿No se ven sucesos extraños por aquí estos días? -pregunté inocentemente
¿A qué te refieres chico? -contestó el padre de Canah. Su cara adoptó un tono serio y de preocupación
No le hagas caso papa -dijo Canah mientras me abrazaba- es que le dan miedo las sombras -continuó en tono de burla
Su padre se quedó unos segundos en silencio pensativo...
¡Chicos, es hora de irse a dormir! -dijo con tono de mando -dejadme solo con Frank
Pero papa -replicó Canah
¡No me hagáis repetirlo! -esta vez alzó un poco más el tono de voz-. Yinno tu puedes quedarte con nosotros
Los demás se retiraron rápidamente a sus respectivas estancias y el padre de Canah me invitó a salir fuera junto a su otro hijo. caminamos unos metros alejándonos de la granja, en completo silencio hasta que llegamos a unas piedras donde tomaron asiento.
Por favor Frank, siéntate con nosotros -me invitó su padre. Yo accedí y me coloque a su lado
¿ Que es lo que sabe? -pregunté rápidamente
Me preocupa más lo que sepas tú -contestó- éste es un tema bastante olvidado y nadie habla de ello y él que casualmente aparezcas y recientemente hayan ocurrido sucesos extraños...
¿ Qué clase de sucesos? -pregunté preocupado

Veras Frank -contestó el padre- primero debería contaros una historia que se ha transmitido de padres a hijos desde hace varias generaciones. Después te diré exactamente lo que quieras saber

Hace mucho tiempo...-comenzó- hubo una época de bonanza en todo el reino, los campesinos prosperaban y comenzaron a comprar las tierras que trabajaban a sus legítimos dueños, los nobles. 
Éstos por su parte no estaban tan de acuerdo con la idea de que cualquiera con esfuerzo se pudiera convertir en noble, para ellos era cuestión de apellido. Muchos de ellos comenzaron a negarse a vender las tierras y los campesinos crearon una cooperativa donde cada uno puso sus ahorros y compraron todas las tierras de los nobles que sí deseaban vender. Pasaron a poseer más de la mitad de las tierras del reino y bastaba con trabajar en la cooperativa para que te cedieran una pequeña parcela a cambio de compartir tus beneficios con la cooperativa. 

Al cabo de un tiempo, las tierras de los nobles dejaron de tener mano de obra y sus cultivos se echaban a perder mientras la cooperativa adquiría mas y mas poder. Los nobles se reunieron en el reino para poner solución ya que muchos de ellos estaban comenzando a quedarse en la ruina, viéndose obligados a venderles sus propiedades a la cooperativa que si podía pagar sumas descomunales.

Uno de ellos propuso una solución distinta, matar a los campesinos... -el padre de Canah se quedó en silencio unos segundos con la mirada perdida- al principio todos se opusieron -continuó- ya que si eran descubiertos arderían en la hoguera y en un juicio justo perderían lo poco que les quedaba. Pero la persona que había propuesto la idea tenia la clave para matar a los campesinos sin ser ellos los culpables.

A partir de ese día comenzaron a sucederse muertes inexplicables por todo el reino, los cadáveres aparecían sin ningún signo de violencia y con los ojos completamente blancos y lo más curioso es que siempre ocurrían en las tierras propiedad de la cooperativa siendo las víctimas los campesinos y sus familias. Todos los hombres iniciaron una partida de búsqueda para ver a que se enfrentaban pero no volvió ninguno, las familias comenzaron a refugiarse dentro de los muros de la ciudad dejando atrás los cadáveres de sus maridos e hijos  y los nobles los acogieron como mano de obra barata, les recompraron las tierras por un precio irrisorio y los pusieron a trabajar en el campo bajo sus órdenes con protección para que no les pasara nada.

Las muertes cesaron y el suceso cayó en el olvido pasando a ser una simple leyenda que contar a los nietos de los campesinos.  Muchos de nosotros estamos seguros de que es cierta y hace poco tiempo uno de nosotros se infiltró dentro de la biblioteca de la ciudad en busca de pruebas para ver que sucedió, allí encontró un libro que habla sobre una puerta que nos relaciona con otro mundo. Si se vuelca toda la oscuridad sobre este mundo sería la destrucción total de nuestro reino. Cuando nos lo contó no le hicimos mucho caso porque parecía un cuento de fantasía pero misteriosamente murió unos días después cuando se disponía a infiltrarse en la biblioteca. Su cuerpo apareció en el bosque sin signos de violencia y con los ojos blancos...
Las últimas personas que hablaron con él nos contaron que por la noche veía sombras extrañas merodeando por su casa y se estaba comenzando a volver un poco loco, se sentía observado y por eso puso su vida en peligro para ir a la ciudad de noche.

Sentí la hoja fría de un cuchillo en mi carótida mientras me agarraban fuertemente por la espalda, comencé a sudar mientras se aceleraba mi pulso.

¿Qué significa esto? - grité furioso

Comprenderás... que después de lo que te he contado nos cueste confiar en ti. ¿ Que sabes de las sombras muchacho? -dijo el padre de Canah mirándome fijamente. Su rostro estaba muy tenso y noté enseguida que estaba hablando en serio

Les contaré todo lo que sé cuando me suelte -contesté sin apartar la mirada- no tengo ninguna intención de hacerle ningún daño ni a usted ni a su familia, tampoco de huir.

Está bien... -dijo no muy convencido- siéntate , te escuchamos.

Creo que debería de reunir a todos sus hombres de confianza -comenté- así todos podrán saber a que nos enfrentamos,  lo que me ha contado no es ninguna leyenda. ¡ Es real !